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Instalación de cultivo de cannabis medicinal. / CEDIDA POR F. JIMÉNEZ
Esta historia no tiene nada que ver con el desmantelamiento recurrente de plantaciones de cannabis en interior que en ocasiones aparece en los noticieros, salvo por una cosa: el uso de luz artificial. Paradójicamente, el alto número de horas de sol de la Región de Murcia convierten a este cultivo en una alternativa con gran potencial en nuestra geografía. Gracias a él, buena parte de la electricidad que precisa se obtiene a bajo coste directamente de paneles fotovoltaicos, pero sobre todo resulta de alto interés seguir aprovechando la luz natural cuando está disponible. Como se trata de una especie muy sensible al fotoperiodo (horas de luz según la época del año), la opción de controlar permanentemente la iluminación en una instalación que puede quedar bajo techo incrementa notablemente su rendimiento, hasta el punto de que «podemos cultivar incluso más de cinco cosechas al año con el empleo de luz artificial frente a una sola con luz solar». Lo explica Francisco Jiménez, asesor de cultivos de cannabis medicinal en las compañías 4agro y Dana Agronomics. Este doctor ingeniero agrónomo apunta que la «planta florece cuando el número de horas de sol se reduce», lo que añade más ventajas al control preciso que solo es posible mantener con un sistema de suministro artificial.
En todo caso, aclara, «la luz artificial no debe sustituir a la luz natural, sino solo ser un complemento». No es lo más habitual en el sector, donde está muy extendido el uso de salas interiores donde la iluminación llega exclusivamente de la red para alimentar lámparas de alto consumo. Sin embargo, el experto apuesta «por una revolución verde y sostenible mediante el cultivo en invernaderos con empleo de luz solar combinada con luz artificial». Esta propuesta pasa por el uso de luz natural, como «recurso que no podemos desaprovechar, y solo emplear iluminación artificial para complementar la solar en los meses o días menos soleados»
El especialista reconoce que los momentos en los que se tira de la red la fórmula «supone un alto consumo y un elevado coste energético, pero permite incrementar los niveles productivos y la calidad del producto final», añade. Además, «el empleo de nuevas tecnologías más eficientes, como las luces led o el uso de sistemas combinados de iluminación artificial y producción fotovoltaica, permiten un uso más sostenible de este recurso», afirma.
«El cannabis medicinal es una oportunidad para esta región», asegura, y lo avala en el hecho de que «muchas de las empresas del sector, tanto de invernaderos como de iluminación artificial», ya se encuentran en estas tierras. Como ejemplo de compañía que ya tiene localizado aquí su explotación de cannabis medicinal cita a Linneo Health, «una de las primeras empresas en obtener licencia de cultivo para producir cannabis medicinal y la de mayor expansión en el sector».
Jiménez explica que el cultivo de cannabis tiene unas necesidades mínimas de al menos entre 20 y 25 moles por metro cuadrado cada día. De acuerdo con el concepto de luz diaria integrada (DLI, por sus siglas en inglés), la Región alcanza 15 moles por metro cuadrado al día en los meses de menor insolación, mientras que supera los 50 en verano. «El objetivo mínimo es llegar a una DLI mínima de 40 mol/m2/día», precisa el ingeniero agrónomo, de ahí el uso complementario de iluminación artificial, «para mantener constante la DLI recibida».
Esta modalidad no es la única que ya se emplea en la Región relacionada con este tipo de cultivos. La Cátedra Agritech Murcia de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) lanzó hace dos años su primer curso sobre la producción de cáñamo bajo plástico, al que asistió medio centenar de alumnos. La directora de la cátedra, María Dolores Gómez López, destacó entonces la importancia de normalizar este cultivo en nuestra agricultura, «porque tiene unos beneficios tremendos». En este caso, no se trata de la especie sobre la que asesora Jiménez, con aplicaciones medicinales, sino de unas variedades de las que ya hay en el mercado más de 20.000 productos derivados. Entre ellos se incluyen desde alimentos, elaborados a partir de sus semillas hasta plásticos biodegradables e incluso pantalones vaqueros de conocidas marcas.
Gómez cree que esta actividad «es una buena oportunidad, porque es un mercado nuevo y los primeros que se coloquen tendrán una ventaja competitiva sobre el resto». De momento, explica, las empresas que componen la Cátedra, que actúa como plataforma de tecnología agraria con más de una veintena de compañías adscritas, ya han percibido «una gran demanda en el mercado de instalaciones para este tipo de cultivo a nivel internacional, lo que denota el creciente interés de agricultores, técnicos e inversores por el tema». De ahí que se decidiesen a concebir unos cursos específicos para formarlos.
«Las expectativas son prometedoras», coincide el doctor Jiménez, «y deseamos que más cultivos como este se puedan implementar pronto en la Región de Murcia», favorecidos además, por los avance en la legislación que se están dando en España sobre el cannabis medicinal, en paralelo con el mismo fenómeno en otros países europeos.
El cannabis medicinal compone un buen ejemplo de las oportunidades que el uso de luz artificial ofrece a áreas como la de la Región de Murcia, donde aparentemente menos falta hace por sus largas horas de sol. Así lo apunta la ingeniera agrónoma Isabel Bronchalo, cofundadora y consejera delegada de Agrenvec, una firma que se define como la primera compañía biotecnológica española y una de las primeras de Europa en el área de agricultura molecular.
Esta técnica de «cultivo en condiciones confinadas» que se utiliza para el crecimiento del cannabis medicinal, detalla, «permite independizarse de los factores ambientales». De este modo, las sequías, las inundaciones o las escorrentías ya no afectan, como ocurre con las plantaciones a la intemperie. Al mismo tiempo, el uso de pesticidas, agroquímicos y, en general, de combustibles fósiles se reduce, al igual que la necesidad de agua, un bien especialmente apreciado en esta geografía.